Cuidado y mantenimiento para tu colchón

 

Toda alcoba tiene por excelencia un elemento principal: la cama. Su diseño, material y ornamentación dependerá de tus gustos y necesidades, pero más allá del aspecto decorativo, es importante la elección y, sobre todo, el cuidado del colchón que utilicemos.

Al adquirir un colchón nuevo debes tener en mente la consigna de brindarle un buen mantenimiento. Después de todo, será ahí donde descanses, y tú te mereces lo mejor. A continuación, te presento unos prácticos consejos que te ayudarán a mantenerlo en perfecto estado por más tiempo.

Lo básico es instalar bien el soporte y el armazón de la cama. Bien puedes seguir instrucciones o pedir ayuda, lo importante es hacerlo correctamente.

Usa un protector para cama: Este recibirá las manchas y la suciedad que no querrás ver adherida a tu colchón. Sólo tienes que retirarlo periódicamente, lavarlo y listo.
Recurre a un soporte: Es recomendable situar una base firme entre la cama y el colchón, de esta manera evitas maltratar y dejar marcado el colchón por el armazón. Sin embargo, jamás uses una tabla para este propósito.

Rota tu colchón cada 3 meses: Lo ideal es rotarlo 4 veces al año, o como mínimo, 2 veces al año. Empieza cambiando el lado que utilizar para acostarte hacia abajo, sobre el armazón de la cama; continúa cambiando el lado de la cabecera hacia los pies; y así consecutivamente. Esto, permitirá un desgaste uniforme del colchón y evitará que se deforme.

Dale un respiro: Muchas veces, ciertos olores no tan agradables puede apoderarse del colchón, así que es necesario dejarlo descubierto y ventilado cada cierto tiempo unas cuentas horas.

Limpieza adecuada: La limpieza del colchón es algo delicado, no puedes utilizar productos químicos agresivos ni similares, su cuidado debe reducirse tan sólo al aspirado, así que deshecha toda idea de lavado en seco. Si es definitivamente necesario, realiza la limpieza aplicando apenas un poco de jabón suave o shampoo, superficialmente, y agua fría.
Educar a los niños: Aunque pueda parecer enormemente divertido salta sobre la cama y así seas el padre más consentidor del mundo, hay que dejar en claro en casa : el colchón no es ni cama elástica ni trampolín.
Y por último, dos recomendaciones esenciales que no debes olvidar: guarda siempre tu etiqueta o garantía. Y, la más importante, cuando tu colchón deje de ser cómodo, deséchalo. No lo olvides que tu descanso y confort es lo más importante.

Cómo ahorrar luz en el hogar

Cada aparato eléctrico en tu hogar mide su consumo en Kilowatts o Watts. De acuerdo a este cálculo, el consumo de cada electrodoméstico en particular puede ser determinado. Por ejemplo, si utilizas un ventilador de 1Kw, esto quiere decir que consumirá una unidad de electricidad por cada hora que esté encendido. Por otra parte, si has encendido un foco de 100 watts, éste consumirá una unidad de electricidad cada 10 horas.
Aunque suene un poco complicado es necesario revisar este tipo de números para saber cómo ahorrar luz en el hogar. Para un ahorro eficiente, es necesario que descubras cuáles electrodomésticos consumen más energía que otros. Es el primer paso.
Para ahorrar luz en el hogar no puedes apagar todos los aparatos eléctricos y continuar tu vida como si nada, esta no es la mejor manera de hacerlo. Además, hay varios electrodomésticos que necesitan permanecer encendidos aunque no haya nadie en casa, como los refrigeradores.
Ahorrar electricidad en casa es más sencillo de lo que parece, así que te daremos algunos consejos para que optimices el uso de la electricidad:
- Máquinas como laptops, DVD, radios, etc, deben ser apagados cuando no estén siendo usados.
- Apaga el televisor cuando nadie lo esté utilizando. Desconéctalo, porque este aparato suele consumir electricidad aún cuando no está encendido.
- Después de encender el aire acondicionado o la calefacción, mantén todas las ventanas y puertas de la estancia bien cerradas para mantener la temperatura.
- Cuando utilices el horno, coloca más de un plato en él para ahorrar energía y tiempo. Cuando esté en plena cocción, no abras a cada rato la puerta del horno, pues esto hace que consuma más electricidad para volver a elevar la temperatura.
- Utiliza la lavadora al máximo de su capacidad y utiliza agua fría para hacerlo. De ser posible, lava después de las 7PM, pues esto te ayudará a bajar el consumo.
- Cuando utilices un termostato, prográmalo de forma que mantenga la temperatura adecuada a lo largo del día. Es decir, si necesitas que tu casa esté menos fresca en el día, prográmalo para que se haga de forma automática.
- ¿Tienes un ático en casa? Si es así revisa el aislamiento en esa zona, para optimizar la temperatura en casa. El grosor ideal es entre 6 pulgadas y un pie.
- Apaga el horno, lavadora de platos, aspiradora, licuadora y cualquier electrodoméstico después de usarlos. Mantenerlos enchufados y/o encendidos consumirá energía.
- Si utilizas lavaplatos, llénalo al máximo de su capacidad para ahorrar agua y electricidad. las cargas a medias utilizan prácticamente la misma cantidad de energía y agua para realizar el trabajo que una completa.
- Si vas a estar fuera de casa por un periodo de tiempo más bien largo, es recomendable desenchufar todos los electrodomésticos y artefactos.
- Si tienes chimenea, prefiérela para calentar la estancia en vez de la calefacción, es más eficiente y económica.
- Si está soleado y deseas mantener la casa tibia, abre las ventanas y cortinas para que el sol ayude a esta tarea.
- No tomes baños largos con agua caliente. El calentador consume extra para mantener el agua a la temperatura ideal, además de que reseca la piel. Prefiere el agua más bien fría (si el clima lo permite).
- Aprovecha la luz natural, sobre todo en el verano.
- Prefiere los ventiladores al aire acondicionado, pues son bastante eficientes para refrescar los ambientes y no consumen tanta energía.
- Apaga el aire acondicionado cuando salgas. A tu regreso la habitación seguirá fresca si mantienes las ventanas y puertas cerradas.
- Utiliza luces con sensor de movimiento para el jardín y otros espacios abiertos. De este modo utilizarán energía eléctrica sólo cuando sea necesario.
Con estos sencillos consejos sobre como ahorrar luz en el hogar notarás la diferencia. No sólo tu factura de la electricidad será más baja, sino que estarás ayudando a conservar el ambiente.

Convierte un viejo armario en divertidos lockers
Muchas veces es cuestión de imaginación... Si, un poco de ingenio y algunas herramientas son lo único que precisas para renovar un viejo armario de madera y convertirlo en este divertido y colorido muebles para los chicos. Si, vamos a realizar unos bonitos lockers para que los peques puedan guardar todas sus cosas.
Materiales:
Lija
Pinturas
Pinceles
Paso a paso:
Lo primero que debes hacer es quitar las puertas grandes de tu armario. Lija todo el mueble con paciencia y retira el polvillo. Listo eso, pinta cada sector del armario con diferentes colores para diferenciar el lugar de cada uno de tus hijos.
¡Ya has terminado el trabajo! Pero aún hay cositas que puedes sumar. Por ejemplo, en cada parte puedes colocar una barra de madera para que los chicos puedan colgar su suéter o chamarra. También puedes optar por colocar más estantes, y puedes colocar unos bonitos canastos para utilizar como cajones.

Consejos para cultivar hortalizas en espacios reducidos
Cuando no disponemos de mucho espacio e igualmente estamos interesados en cultivar hortalizas orgánicas en nuestro hogar, la jardinería de macetas es una buena opción tanto por el ahorro de espacio como también porque permiten la centralización de los cuidados.
Para que podamos crear una huerta en macetas en nuestros pequeños espacios,  les traemos algunos consejos y pasos a seguir a la hora de cultivar hortalizas en casa y con poco espacio.

Elegir las macetas

Lo principal es elegir el contenedor adecuado para plantar nuestras hortalizas. El tamaño del recipiente depende básicamente del tamaño de la planta que vayamos a colocar allí. Debemos recordar que cierto tipo de hortalizas son raíces y por ello sus macetas deben tener la profundidad suficiente como para desarrollarse bien y que también otra variedad de plantas como ser el tomate por ejemplo crece de manera exponencial y por ello la maceta debe acompasar ese crecimiento.

Preparar los recipientes

Una vez que tenemos la macetas debemos prepararlas para la siembra. Si el contenedor no tiene agujeros de drenaje, debemos perforar al menos cuatro orificios en el fondo del recipiente de modo que al regar la planta pueda tomar el agua necesaria y deshacerse del excedente. Cuando los agujeros están listos tenemos que llenar el recipiente con tierra de buena calidad y dejar alrededor de 5 centímetros de margen en la parte superior para evitar desbordes a la hora de regar.

Fertilizar

Una vez que nuestra maceta está llena de tierra debemos añadir fertilizantes de liberación lenta y mezclar bien todo. Debemos usar media cucharada de fertilizante por cada 3 kilos de tierra. Los fertilizantes de liberación lenta abastecen a la planta de nutrientes por varias semanas y la mantienen saludable.

Plantar y sembrar

Cuando todo está listo, resta plantar aquellas hortalizas que hayamos escogido. Para esto debemos cavar un agujero en la maceta, que debe ser más profundo que el tamaño del cepellón de la planta si acaso vamos a trasplantar una ya desarrollada. Si lo que vamos a hacer es sembrar semillas, debemos colocar las semillas ni muy superficialmente ni tampoco muy profundas sino a una distancia media para que así puedan desarrollarse bien.

Regar

Luego de plantar o sembrar, debemos regar de manera inmediata para asentar bien la tierra. Con el correr de los días podremos ir adaptando nuestras rutinas de riego a las necesidades que observemos en nuestras plantas y a nuestras propios tiempos. Es importante procurar no ahogar a nuestra planta asi como tampoco salpicar sus hojas sino tratar de darle la cantidad justa y necesaria de agua en la base.

Buscar la mejor ubicación

La ubicación de las macetas es fundamental porque de ella dependerá la luz del sol que reciban nuestras plantas. La mayoría de las hortalizas requieren por lo menos seis horas de sol al día, pero sus necesidades pueden llegar a variar de un vegetal a otro. Por ejemplo: los tomates, pimientos, calabaza, judías verdes y berenjenas requieren pleno sol y por contrario el repollo, la lechuga, las espinacas, y cultivos de raíces requieren de la sombra para desarrollarse correctamente.
Todo dependerá del tipo de hortalizas que cultivemos y de ser precavidos y colocar juntas a aquellas plantas que tengan necesidades lumínicas similares.
Siguiendo estos pasos y poniendo mucho empeño en la tarea, podremos cultivar en casa nuestras propias hortalizas a pesar de no contar con el espacio suficiente como para implementar una huerta.