Si hay algo de lo que intento escaparme es de limpiar los platos. De todas formas, no hay demasiada salida posible y por más que uno tenga lavavajillas o alguien que colabore con la tarea siempre terminamos frente a la pileta con la esponja en mano. Por eso, si quieres limpiar los platos de forma eficiente lee los consejos que te presentamos a continuación.
La primera sugerencia es que laves los platos en una tina de plástico. Evita hacerlo debajo del grifo. De esta forma, no sólo ahorrarás agua y energía sino también algo fundamental: tiempo. A la hora de secar la vajilla, y para evitar que el agua gotee sobre la mesada, coloca una bandeja debajo del escurridor. También resistirá mejor el moho que una bandeja de goma o que un trapo de cocina.
Utiliza agua muy caliente: Llena la pileta con uno o dos chorros de detergente. Esto es más económico que verter el detergente líquido directamente sobre la esponja. Además, debes saber que cuanto más caliente esté el agua, más fácil será limpiar sin dejar manchas ni rayaduras.
Limpia los platos en este orden: cristal, vidrio, vidrio transparente, otros platos, cubiertos, las fuentes y a continuación, las ollas y los sartenes. Deja correr el agua cuando sea necesario y empieza de nuevo. Enjuaga de cinco a seis piezas de vajilla a la vez, utilizando agua caliente del grifo. Comienza limpiando la parte posterior de los platos y por último la superficie más sucia.
Cuanto antes limpies las cacerolas y las sartenes, mucho mejor. Debido a que la sal es absorbente y un abrasivo natural es un antídoto excelente para la grasa. Frota las cacerolas y los sartenes sucios con una esponja seca con sal hasta que termines de quitar la grasa que haya quedado.
Sin lugar a dudas estas ideas te ayudarán a la hora de limpiar los platos. Si tú también tienes algún consejo que consideres útil no dejes de compartirlo con nosotros a través de los comentarios.
Limpia los platos en este orden: cristal, vidrio, vidrio transparente, otros platos, cubiertos, las fuentes y a continuación, las ollas y los sartenes. Deja correr el agua cuando sea necesario y empieza de nuevo. Enjuaga de cinco a seis piezas de vajilla a la vez, utilizando agua caliente del grifo. Comienza limpiando la parte posterior de los platos y por último la superficie más sucia.
Cuanto antes limpies las cacerolas y las sartenes, mucho mejor. Debido a que la sal es absorbente y un abrasivo natural es un antídoto excelente para la grasa. Frota las cacerolas y los sartenes sucios con una esponja seca con sal hasta que termines de quitar la grasa que haya quedado.
Sin lugar a dudas estas ideas te ayudarán a la hora de limpiar los platos. Si tú también tienes algún consejo que consideres útil no dejes de compartirlo con nosotros a través de los comentarios.
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