Esas paredes que antes eran las protagonistas de nuestro hogar, poco a poco, han ido sucumbiendo ante el polvo y con el transcurrir del tiempo, tornándose opacas, desprolijas y tristes. Ha llegado el momento, entonces, de poner manos a la obra y encargarnos personalmente de devolverle la vida y el color a nuestras olvidadas paredes. ¿Difícil? Para nada.
Lograr que estas luzcan impecables nuevamente y mantenerlas limpias y radiantes, no tiene porque ser una tarea complicada. Todo lo contrario, con un poco de paciencia y estos fáciles consejos que se comparten en esta ocasión contigo, podrás disfrutar de una vista fresca y totalmente renovada de tu hogar. Aprende cómo limpiar paredes con los tips que siguen a continuación.
Materiales
- Una escoba
- Paños suaves
- Aspiradora con cepillo
- Limpiatodo
- vinagre
- amoníaco
- agua
- 2 Cubetas
Paso a paso
Primero, asegúrate de retirar toda la suciedad y el polvo de las superficies de los muros. Para esto, puedes valerte del uso de una aspiradora o una escoba.Ahora, con las paredes listas, puedes comenzar con el lavado. Prueba utilizando una solución de 1 taza de amoníaco, ½ taza de vinagre, ¼ taza de soda de hornear y 1 galón de agua tibia. Otra opción es, simplemente, utilizar agua y una pequeña cantidad de limpiador.
La elección del producto dependerá del tipo de revestimiento que posean tus paredes. Y recuerda, sea cual sea la alternativa que escojas, siempre debes probar sus efectos en un área pequeña antes de iniciar.
A continuación, empieza la limpieza partiendo desde abajo, y ve recorriendo las paredes en forma vertical. Enjuaga con agua al terminar cada segmento. Continúa repitiendo el procedimiento hasta haber lavado todas tus paredes.
Cuando finalmente hayas terminado, deja que las paredes sequen. Puedes dejarlas bajo el efecto del aire, o utilizar un paño suave, lo cual es recomendable para evitar marcas de agua.
Y ¡listo! Sencillo, ¿no?